Por la similitud del fruto del nogal con el cerebro humano, no son pocas las personas que desde tiempos remotos han hablado de las propiedades beneficiosas de las nueces para la mente humana. Dicen que el nogal fue introducido desde Oriente Medio antes incluso de que se produjeran las invasiones romanas. Su figura es inconfundible y bella a la vez. Aquí, un ejemplar de nogal que crece entre los campos de secano de Ardanaz, en Navarra.

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