_MG_4753.JPGHay fotografías que captan momentos bonitos por pura suerte. Luego al repasar las imágenes en el ordenador te causan una grata sorpresa, ya que, sin buscarlo, por puro designio del azar, han recogido alguna escena curiosa del latido de la ciudad. Este es el caso de esta fotografía en la Plaza del Castillo. Iba a retratar a uno de los últimos usuarios que quedan de las cabinas de teléfono, cuando surgió esta composición en la que uno calla, un segundo mira y un tercero habla.

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